Esos ojos que en ti contemplo
me obsesionan y me introducen
en este mundo que habitas
y en tiempos que nos conducen
a las muertes como ejemplo
y a la dignidad que quitas
……….
Posas un arma en esos niños tristes
en pequeños cuerpos que no sostienen
el peso de ese mal que les aportas
las armas perduran pero sus vidas van y vienen
sé que tú tomaste de ellos todo lo que pudiste
nada, te digo, nada de esto a tu maldad importa
……….
Niños de la guerra, niños del mal
mares de odio anegando esas miradas
adornadas con ojos que no saben contemplar
pues ellos velan todos sus anhelos
con el odio con la muerte y la sal
esperando a sucumbir bajo el filo de una espada
o quizá ante el impacto de una bala
……….
Perro de la guerra, utilizas a los niños y les robas su candor
……….
Míralos sufrir su último estertor
ninguna lástima sientes por ellos
no pervive en tus manos una caricia de amor
humillar y doblegarlos son tus actos más bellos
dónde se halla, hombre, dónde tu verdadero valor
……….
Sus lágrimas te excitan, te hacen sentir un ser superior
si el arma cae de sus manos quizá cercenes su vida
quizá violes sus cuerpos, manches su alma, marchites su fe
quizá si la sostienen lo hagas también
no aceptas que un niño con su llanto pida
volver con su madre y sentir su calor
……….
Alcohol y drogas para enervar sus almas dolientes
enemigos ya vencidos a los que han de torturar
y cortar sus cuellos, sus rostros o alguna extremidad
obligados con castigos a saborear
el terrible dolor de ser seres obedientes
ante la pena de sufrir inmenso dolor
……….
Monstruo cobarde que merece vivir todo el horror
niños que habrán de ser tristes bestias como lo eres tú
despojados sin pena de aquello que son
incluso de la más elemental virtud